Ambientes de Aprendizaje

En una sesión de ambientes de aprendizaje, la profesora preparará una serie de zonas y materiales con una intencionalidad, pero al alumno no le explica que debe hacer, sino que  les da libertad para hacer lo que quieran y utilizar el material como ellos crean.

No habrá una separación en grupos, ni normas de juego, simplemente podrán jugar libremente como quieran, aunque si puede estar delimitado el espacio o la profesora decir que no pueden cambiar los materiales de esa zona y llevarlos a otro sitio.

Además si viera algún problema, o que todos los alumnos fueran a hacer lo mismo, la profesora les debe preguntar para saber que es lo que quieren hacer o a que quieren jugar y dar por ejemplo ideas, para que ellos solos lleguen a soluciones de como realizar el juego. Pero nunca intervendrá o pondrá una norma, simplemente guiará a los alumnos, observará y verá si en alguna zona se cumple lo que ella quería que se realizara.

Una vez que todos hayan utilizado el material como ellos creían que debían hacer y haber jugado, la profesora puede sacar sus mismas conclusiones.

Se recomienda usar la sesión de ambientes de aprendizaje como una evaluación de lo que los alumnos saben o han aprendido a lo largo de un proyecto. Por lo tanto podemos usarla al principio del proyecto o al final de este, para conocer o bien sus ideas previas sobre un tema o sus conocimientos adquiridos durante la duración del proyecto educativo que hayamos abarcado.

Por ejemplo, vimos un ejemplo de ambientes de aprendizaje del proyecto de los transportes:

En una parte habían varios aros y picas, que la profesora quería que se utilizaran como volantes de coche o de moto y podían desplazarse por todo el pabellón con esos volantes. Los alumnos hicieron lo que ella pensaba que se iba a realizar.

Sin embargo, había una zona con cuerdas, que pese a la profesora decir que no podían moverse del sitio, algunas alumnas utilizaron las cuerdas para fabricar una casa. Por lo tanto, no era lo que la profesora buscaba que hicieran en esa zona.

Al final de la sesión, en la asamblea el docente les puede preguntar a que han jugado, para hacer una puesta en común.

En conclusión, en este tipo de sesiones, los alumnos son los que construyen su propio aprendizaje, mientras que el profesor solo es observador o guía.